Historia
"Vivimos en Francia alrededor de 10 años, en el Sur (en Marseille y Nice) y en el Norte (Lille). Tuvimos la gran oportunidad de conocer dos regiones con idiosincrasias, costumbres, gastronomía y paisajes muy diferentes. Cuando llegamos a Francia nos propusimos insertarnos en el modo de vida francés: tomamos clases intensivas del idioma, nos rodeamos de franceses, vivimos en el centro de cada ciudad, nos empapamos de las costumbres típicas. Así nos fuimos enamorando de ese maravilloso país y de su cultura gastronómica.
Varios años después, en Lille, todos los días comprábamos el pan, la baguette y los pains au chocolat en una conocida panadería cuyo local, con mucho “charme”, databa de 1885. En una de las visitas a esta histórica boulangerie se nos ocurrió la idea de instalar algo similar en Buenos Aires. Estábamos planeando la vuelta a la Argentina y sentíamos que era importante traer una parte de Francia, aunque fuera mínima, con nosotros.
El proceso para adquirir la franquicia fue largo y fue el cierre de varios años de búsquedas, armados de dossiers, formaciones y reuniones que iniciamos aún viviendo en Francia.
Ya instalados en la capital porteña, a través de unos amigos, nos enteramos de que un chef francés venía a Buenos Aires porque quería instalar su franquicia aquí. Así fue como conocimos a GONTRAN CHERRIER y a su equipo, con ellos todo fluyó naturalmente. Después de sumar a mi hermano y a una pareja de amigos al proyecto, aceptamos el desafío. Luego, se trató de encontrar el local ideal, armar un equipo capacitado y de mucha confianza para lanzarnos en esta aventura.
Así nació GONTRAN CHERRIER ARGENTINA"
Varios años después, en Lille, todos los días comprábamos el pan, la baguette y los pains au chocolat en una conocida panadería cuyo local, con mucho “charme”, databa de 1885. En una de las visitas a esta histórica boulangerie se nos ocurrió la idea de instalar algo similar en Buenos Aires. Estábamos planeando la vuelta a la Argentina y sentíamos que era importante traer una parte de Francia, aunque fuera mínima, con nosotros.
El proceso para adquirir la franquicia fue largo y fue el cierre de varios años de búsquedas, armados de dossiers, formaciones y reuniones que iniciamos aún viviendo en Francia.
Ya instalados en la capital porteña, a través de unos amigos, nos enteramos de que un chef francés venía a Buenos Aires porque quería instalar su franquicia aquí. Así fue como conocimos a GONTRAN CHERRIER y a su equipo, con ellos todo fluyó naturalmente. Después de sumar a mi hermano y a una pareja de amigos al proyecto, aceptamos el desafío. Luego, se trató de encontrar el local ideal, armar un equipo capacitado y de mucha confianza para lanzarnos en esta aventura.
Así nació GONTRAN CHERRIER ARGENTINA"